Pareja supera récord mundial de discusión al debatir 11 horas seguidas sobre la mejor forma de cargar el lavavajillas

Pareja supera récord mundial de discusión al debatir 11 horas seguidas sobre la mejor forma de cargar el lavavajillas

Rompen tras 7 años juntos al no lograr consenso sobre si los vasos van arriba o abajo

Alcorcón, 22 de marzo de 2025 — Una pareja madrileña ha puesto fin a su relación de siete años tras una maratónica discusión de 11 horas, 14 minutos y 36 segundos sobre la correcta manera de cargar el lavavajillas. El conflicto, que comenzó con un inocente “¿por qué has puesto los platos así?”, escaló hasta convertirse en una batalla argumental sin precedentes que ha llamado la atención de sociólogos, jueces de récords Guinness y fabricantes de electrodomésticos.

Según fuentes cercanas, la discusión comenzó a las 10:42 de la mañana del pasado sábado, cuando Natalia P., diseñadora gráfica, colocó los cubiertos “boca abajo, como debe ser”, según sus propias palabras. Su pareja, Rubén G., ingeniero y autodenominado “experto en eficiencia espacial”, sugirió “darle la vuelta a todo” porque “así se limpian mejor y no acumulan agua”.

Lo que siguió fue un intercambio continuo de argumentos técnicos, acusaciones pasivo-agresivas, gráficos improvisados en servilletas, e incluso una simulación 3D del lavavajillas hecha con LEGO. Testigos afirman que la pareja solo se detuvo una vez para comer hummus en silencio durante siete minutos, antes de reanudar el enfrentamiento con más fuerza.

“Era como un debate parlamentario, pero con cuchillos de postre”, relató su vecina del tercero, que llegó a pensar que estaban viendo algún documental de National Geographic sobre hienas disputando un cadáver.

La disputa alcanzó su punto álgido a las 21:03, cuando Rubén sacó el manual del electrodoméstico como prueba irrefutable. Natalia, en respuesta, recurrió a una encuesta de Instagram en la que el 68% de sus seguidores votó que los vasos deben ir boca abajo y a la izquierda.

A las 21:56, tras 11 horas de extenuante tensión, Rubén pronunció la frase definitiva: “Si no puedes ver que los platos grandes deben ir en la parte de atrás, entonces no podemos seguir con esto”. Segundos después, Natalia le entregó su cepillo de dientes en una taza de Star Wars y se retiró al dormitorio a hacer las maletas.

Un portavoz de la Asociación Nacional de Parejas en Conflicto por Tareas Domésticas (ANPC-TD) ha señalado que este caso “es tristemente ejemplar” y que “muchas relaciones se desmoronan no por falta de amor, sino por diferencias irreconciliables sobre utensilios de cocina”.

El lavavajillas, por su parte, ha sido desconectado temporalmente y permanecerá en “modo diplomático” hasta que se aclare su custodia. Mientras tanto, ambos miembros de la expareja están recibiendo apoyo psicológico y han prometido no volver a hablar del tema… al menos hasta que uno de ellos compre un lavavajillas nuevo.

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